Basándose en una enseñanza constructiva, se tendrán en cuenta los conocimientos previos del alumno sobre la materia, y en base a eso, se construirán los nuevos procesos mentales y físicos necesarios para el desarrollo de los objetivos marcados.
Para ello, se han elegido una serie de ejercicios que son fiables de adaptarse a las necesidades concretas de cada alumno.
Además se tiene en cuenta que los contenidos elegidos serán útiles, ya que le permitirán dominar el lenguaje simbólico de la música y la escritura de esta, de tal forma, que podrá expresarse con ella de forma creativa, ya sea solista o coopere dentro de un grupo; y le capacitará para otras vías creativas tales como la composición, dirección, pedagogía...
Por otro lado no se podrían alcanzar estos objetivos si no se desarrolla en el alumno una actitud favorable ante el estudio y se optimiza su forma de trabajar, siempre teniendo en cuenta las diferentes áreas del currículum que cursa en el conservatorio profesional o en otros campos de la educación.
No se puede desligar de la acción metodológica el hecho de una formación permanete del profesor, que mediante la continua autoevaluación del proceso de enseñanza mejora sus capacidades de educación y comunicación, y sus recursos materiales y técnicos.
Para garantizar la mejor formación del alumno, el profesor debe permanecer en continuo contacto con el resto de las personas que intervienen en su proceso de aprendizaje y esforzarse en dar opciones al alumno, comportándose como un guía y fomentando su creatividad.
